Mediante muchas canciones cantadas con la guitarra como acompañamiento, así como probando instrumentos como el tamboril, la maraca, la pandereta y alguno más, se acerca el mundo de la música a los niños. Tocar música fomenta, entre otros, la concentración, el ritmo y refuerza las competencias sociales y lingüísticas. Aunque lo más importante: ¡nos lo pasamos genial!
