Concepto del Alemán en el centro infantil

Nos orientamos metódicamente en el principio de la inmersión. Tal como indica el término, la enseñanza lingüística no se lleva a cabo de forma sistemática sino se aplica continuamente en la vida cotidiana. Uno de los aspectos más importantes de la enseñanza del idioma es un acceso natural al idioma alemán. Durante todo el día los/las educadores/as hablan exclusivamente alemán con los niños e ilustran lo hablado con gestos, expresiones faciales o imágenes. Así se crea una conexión entre palabra y objeto. El niño reconoce la conexión y adquiere la pronunciación. Para consolidar más intensamente el idioma alemán en el entorno español, todas los/las educadores/as sólo hablan alemán entre sí.

Otros e importantes requisitos para un fomento lingüístico óptimo son:

Un acercamiento temprano a la segunda lengua lo antes posible: Esto lo alcanzamos abriendo la Kikri a niños de dos años. Mediante el acercamiento natural creamos una buena base, por lo cual la incorporación del idioma transcurre de manera auténtica.

Un contacto lingüístico lo más intenso posible: Lo logramos hablando alemán con los niños durante todo el período de supervisión e ilustrando lo dicho mediante una diversidad metodológica. Por ejemplo, se componen frases cortas apoyándolas con gestos y expresión facial o comentando mediante imágenes o libros.

Un contacto lingüístico estructurado y polifacético al máximo posible: Esto lo alcanzamos ofreciendo un período de supervisión integral. Los niños viven la realidad cotidiana en tanto que comemos, jugamos, bailamos y nos reímos juntos. Pero también vivencias, fiestas y celebraciones y el contacto con niños de la misma edad – así creamos diversidad.

Un contacto lingüístico orientado a la acción y al contenido, en lo posible: Esto lo logramos creando una variedad de ofertas. Todas las ofertas se realizan exclusivamente en alemán y son adaptadas temporalmente al nivel de edad.

Círculos Matutinos y de Finalización son rituales que tienen lugar varias veces al día. Los niños los toman como guía y reconocen que ahora empieza el día o que al final serán recogidos, que se introduce un nuevo juego o que se aproxima una fiesta. Practicar de respetarse mutuamente, dejarse hablar o esperar, escuchar, debatir entre sí y de reflexionar sobre el día. Ambos círculos sentados en sillas sirven para que los niños se sientan amparados y seguros, pero también como parte del grupo. Los niños experimentan así continuidad ya que ambos círculos sentados en sillas tienen lugar cada día y ellos aprenden lúdicamente nuevos juegos de corro y canciones.

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